miércoles, 15 de septiembre de 2021

Visita especial


Hoy vino a visitarme uno de los pájaros del patio. Se posó en la reja del ventanal y me miraba. Yo estaba fascinada, no quería moverme para que no se asustara.
Estaba muy cerca así que pude ver sus ojitos redondos obsevandome...

Luego voló a una rama cercana...y seguía mirándome...hasta que se fue a sumarse a la algarabía de trinos en los árboles...

¿Será que quería que saliera al patio a mostrarme algo? Llevo días en cama, tal vez me haya extrañado... Quizás querría que viera los brotes nuevos de las higueras, o tal vez mostrar cómo los azahares van convirtiéndose en pequeño fruto, que coronarán de guirnaldas naranjas las ramas...

¿O tal vez querría mostrarme su nido? ¿O quizás simplemente habrá querido que la acompañara en su vuelo?...

Por si acaso, me fui con ella volando en sus alas, a recorrer el viento, a sentir el perfume en el aire que anuncia la primavera que se está acomodando...

Nancy
14-9-21
 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Oración




Oración

Jehová de los ejércitos celestiales, victoriosos;
¡qué nobles pensamientos tu nombre hace surgir!
Conmemora un pasado de recuerdos gloriosos
y descorre el magnífico telón del porvenir.

El sin fin del espacio cabe en tu honda mirada.
Tú sabes en qué punto terminan las estrellas.
No hay cosa que a tus ojos permanezca ignorada;
tú mides nuestros pasos y escrutas nuestras huellas.

En el cauto equilibrio que tu firmeza inspira
nos sentimos confiados tu mensaje al llevar.
Tú que nos diste ojos, ciertamente nos miras;
tú que nos diste boca nos has de dar qué hablar.

Danos la blanda y dócil propiedad de la arcilla
que responde a la mano viril que la modela.
Que no haya entre nosotros cerviz que no se humilla
ni vaso inadaptado que a tu afán se rebela.

La tierra que adornaste como una bella insignia
que acredita tu mérito de Hacedor magistral,
se mueve en el espacio teñida de ignominia,
como una mancha innoble en la pureza astral.

Por ella caminamos entre ríos de gente
que a lo vil llaman bueno y aplauden lo soez,
y es gravoso ejercicio sustraer nuestra mente
del lodo y la resaca que huellan nuestros pies.

Que la visión certera del nuevo Paraíso
de trigales maduros y de huertos en flor,
nos aliente en la espera y en el andar sumiso,
mientras que la tormenta se extiende en derredor.

Un día nuestros muertos se alzarán deslumbrados
y con sus ojos nuevos explorarán la tierra.
No habrá cuerpos deformes ni campos calcinados,
ni escombros, ni gemidos, ni metralla, un guerra.

Unidos, por tu espíritu enfrentamos las pruebas
que tu amorosa mano controla y dosifica.
No existirá montaña que nuestra fe no mueva
mientras la acción conjunta te ensalza y te vindica.

El tiempo que nos queda es medido y escaso.
Tu sello aprobatorio aprobará la faena,
y no habrá quien repliegue la fuerza de tu brazo
ni quien invierta el curso de tu reloj de arena.

Cuando estalle tu ira, que el mundo bien merece,
y la tierra vomite la maldad rebalsada,
que no se halle en tu pueblo ni el miedo que entumece,
ni la herrumbre del ocio, que corroe y degrada.

Que jamás olvidemos que si tendremos vida,
será porque tu Hijo nos amó hasta morir,
pagando con rubíes de su sangre vertida,
el amor más costoso que alguien pueda sentir.

Hoy, que vamos siguiendo a Jesús tenazmente,
nuestra carnal fatiga se apoya en tu sostén.
Ya te hemos conocido como el Dios que no miente.
Guárdanos para siempre en tu presencia. Amén.


lunes, 18 de septiembre de 2017

Lo Que Tengo Te Doy


Lo Que Tengo Te Doy
(Hechos 3: 1-6)

La tarde a pleno sol, exalta y dora
Del templo la gran área silenciosa.
Jerusalén hace una pausa y ora;
un hombre espera ante la puerta Hermosa.

Poco favor la vida le ha otorgado,
tiende la mano procurando dones.
No puede andar sobre sus pies lisiados
Y despierta profundas compasiones.

Pedro al verlo le dice conmovido:
-"Plata y oro no tengo para dar;
en nombre de Jesús, el santo ungido,
¡ponte sobre tus pies y empieza a andar!"

Hoy no podemos dar lo que ellos dieron
ni podemos quitar impedimentos,
pero sentimos como ellos sintieron,
la excelencia del mutuo acercamiento.

Déjame que me asome a tu tristeza,
acurruca en mi hombro tu desvelo;
te alcanzaré un bocado de belleza
envuelto en las palabras del consuelo.

Pedro tuvo un poder que ha caducado,
ningún don milagroso está operando;
pero el amor de Dios nunca ha menguado;
¡Levanta el corazón y sigue andando!

Al derramar mis versos en tu oído
mi serena amistad a darte vengo.
Como hizo Pedro con el impedido,
yo también, te estoy dando lo que tengo.